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Detección de la seroconversión

La simple presencia de anticuerpos, no indica la presencia de infección, ni en todos los casos indica que ha habido un contacto previo con el antígeno (infección o vacuna) ya que su detección puede ser debida a la presencia de anticuerpos maternales.

La simple presencia de anticuerpos, no indica la presencia de infección, ni en todos los casos indica que ha habido un contacto previo con el antígeno (infección o vacuna) ya que su detección puede ser debida a la presencia de anticuerpos maternales.

Tan sólo podremos hablar de infección (en animales no vacunados) si demostramos que ha habido una seroconversión, esto es:

• Si tomamos una primera muestra, coincidiendo con la fase aguda del proceso, y nos da resultados negativos y en una segunda muestra tomada unas 3 semanas más tarde nos indica presencia de títulos.
• Si existe un aumento considerable de titulación (por lo menos x 4) al tomar dos muestras separadas en el tiempo unas 3 semanas (sueros pareados). Un aumento de dos veces el título inicial no es significativo y se considera que puede ser una variación normal. Una situación muy común es realizar un test de ELISA y recibir los resultados en forma de lecturas de densidad óptica, en estos casos un aumento superior a 0,2 sería significativo e indicaría un aumento en la concentración de anticuerpos.

En ambos casos los pares de muestras deben ser analizadas a la vez, para evitar posibles errores de técnica.

Este aumento de títulos o seroconversión va a ser algo muy particular de cada enfermedad. El desarrollo de los anticuerpos no se produce siempre a la misma velocidad. Dependerá del tipo de infección de que se trate. Así por ejemplo, en el caso de animales que nunca hayan tenido contacto con el virus influenza el período de 3 semanas sería perfectamente válido. Sin embargo, si hablamos de la neumonía enzoótica tenemos que hablar de períodos de seroconversión mucho más largos de 6-8 semanas. Pero además también dependerá de sí es la primera vez que el animal entra en contacto con el antígeno o no. Cuando un animal ha tenido un contacto previo con el antígeno, bien sea natural o vacunal la respuesta a un segundo contacto será mucho más rápida de lo que fue la primera, en tan solo 3 días se producirá una elevada producción de anticuerpos. Esta reacción tan rápida plantea algún problema: si el intervalo entre el inicio de la infección y la aparición de los signos clínicos es superior a los 3 días, nos podemos encontrar con que, en el momento de tomar la primera muestra de suero, ya se haya producido la respuesta humoral. En estos casos, los distintos intervalos entre infección y respuesta humoral, infección y síntomas e infección y toma de la primera muestra harán que la detección de una seroconversión dependa más de la suerte que de otra cosa (figura1).



Figura 1. Intervalo entre la exposición al agente y la respuesta humoral.

En otras enfermedades, como por ejemplo la rinitis atrófica producida por la acción de la toxina de la P. multocida, será imposible detectar una seroconversión. El motivo es que la producción de anticuerpos a la toxina tarda mucho en generarse y es muy variable de un animal a otro. Esto hace que la detección de anticuerpos no sea una herramienta útil para el diagnóstico de la infección en animales en fase de crecimiento-cebo. No obstante el hecho de hallar positivos entre los reproductores sí que indicará un contacto previo con el agente inmunógeno, en este caso la toxina, lo que permitirá sospechar de la presencia de la infección en la explotación, aunque no será un diagnóstico definitivo.

En el caso de la parvovirosis también será imposible realizar una seroconversión. En cerdas, la razón es muy simple, cuando es posible observar la sintomatología típica de la enfermedad, ya hace unos 25 días que se ha producido la infección. La primera muestra siempre se extraerá después de que se haya generado el aumento de títulos. En el caso de analizar suero de fetos inmunocompetentes (> 70 días de gestación) tan solo podremos saber si ha habido contacto con el virus, pero no realizar propiamente una seroconversión ya que la primera muestra es imposible extraerla. Además hay que tener en cuenta que la respuesta inmune de los lechones durante la fase de gestación es muy lenta (incluso después de los 70 días). Es habitual que la muerte del feto se produzca antes de que la respuesta inmune haya dado lugar a anticuerpos, lo que dará lugar a un gran número de resultados negativos.

Hemos visto que la detección de seroconversión es determinante para el diagnóstico en algunas infecciones, pero también que es difícil de detectar o incluso imposible en otras. Para evitar frustraciones, lo más aconsejable es contactar siempre con el laboratorio antes de tomar las muestras para precisar qué determinaciones serán las mejores de acuerdo al cuadro clínico.

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